Rusia nunca fue un lugar fácil para vivir, ni
por clima, ni por geografía ni por cultura y política. No obstante, fue y es
una cuna de centenares de brillantes artistas, tanto en pintura y música como
en la escritura. Quizás, y esto es una opinión del autor, las duras condiciones
de vida marcan al ser humano a fuego y crea genios capaces de entender la
psicología humana de una manera diferente. Dostoievski no solo era ruso, sino
una persona que sufrió pérdidas y desgracias de niño y de adulto, lo que
probablemente haya contribuido al desarrollo de uno de los mejores escritores
de la literatura universal.
Fiódor Mijailovich
Dostoievski fue un notable novelista ruso. Es uno de los principales escritores
de la Rusia Zarista, cuya literatura explora la psicología humana en el
complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa del siglo
XIX.
Es considerado como
uno de los más grandes escritores de occidente y de la literatura universal. Su
obra, aunque escrita en el siglo XIX, refleja también al hombre y la sociedad
contemporánea
Sus primeros años… educado por su padre, un médico de carácter
despótico y brutal, encontró protección y cariño en su madre, que murió prematuramente.
Al quedar viudo, el padre se entregó al alcohol, y envió finalmente a su hijo a
la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo, lo que no impidió que el joven
Dostoievski se apasionara por la literatura y empezara a desarrollar sus
cualidades de escritor.
A los dieciocho años,
la noticia de la muerte de su padre, torturado y asesinado por un grupo de
campesinos, estuvo cerca de hacerle perder la razón. Ese acontecimiento lo
marcó como una revelación, ya que sintió ese crimen como suyo, por haber
llegado a desearlo inconscientemente. Al terminar sus estudios, tenía veinte
años; decidió entonces permanecer en San Petersburgo, donde ganó algún dinero
realizando traducciones.
Su carrera como escritor y sus tropiezos… La publicación, en 1846, de su novela epistolar
Pobres gentes, que estaba avalada por el poeta Nekrásov y por el crítico
literario Belinski, le valió una fama ruidosa y efímera, ya que sus siguientes
obras, escritas entre ese mismo año y 1849, no tuvieron ninguna repercusión, de
modo que su autor cayó en un olvido total.
En 1849 fue condenado
a muerte por su colaboración con determinados grupos liberales y
revolucionarios. Indultado momentos antes de la hora fijada para su ejecución,
estuvo cuatro años en un presidio de Siberia. Ya en libertad, fue incorporado a
un regimiento de tiradores siberianos y contrajo matrimonio con una viuda con
pocos recursos, Maria Dmítrievna Isáieva.
Camino al reconocimiento… Tras largo tiempo en Tver, recibió autorización
para regresar a San Petersburgo, donde no encontró a ninguno de sus antiguos
amigos, ni eco alguno de su fama. La publicación de Recuerdos de la casa de los
muertos (1861) le devolvió la celebridad. Para la redacción de su siguiente
obra, Memorias del subsuelo (1864), también se inspiró en su experiencia
siberiana. Soportó la muerte de su mujer y de su hermano como una fatalidad
ineludible. En 1866 publicó El jugador, y la primera obra de la serie de
grandes novelas que lo consagraron definitivamente como uno de los mayores
genios de su época, Crimen y castigo. La presión de sus acreedores lo llevó a
abandonar Rusia y a viajar indefinidamente por Europa junto a su nueva y joven
esposa, Ana Grigorievna. Durante uno de esos viajes su esposa dio a luz una
niña que moriría pocos días después, lo cual sumió al escritor en un profundo
dolor.
A partir de ese
momento sucumbió a la tentación del juego y sufrió frecuentes ataques
epilépticos. Tras nacer su segundo hijo, estableció un elevado ritmo de trabajo
que le permitió publicar obras como El idiota (1868) o Los endemoniados (1870),
que le proporcionaron una gran fama y la posibilidad de volver a su país, en el
que fue recibido con entusiasmo. En 1880 apareció la que el propio escritor
consideró su obra maestra, Los hermanos Karamazov, que condensa los temas más
característicos de su literatura: agudos análisis psicológicos, la relación del
hombre con Dios, la angustia moral del hombre moderno y las aporías de la
libertad humana.
Su final… Dostoyevski murió en su casa de San Petersburgo, el 9 de febrero de 1881, de una hemorragia
pulmonar asociada a un enfisema y a un ataque epiléptico. Fue enterrado en el
Cementerio Tijvin, dentro del Monasterio de Alejandro Nevski, en San
Petersburgo
Pregunta del día: ¿Cuál de sus obras es
considerada en parte una autobiografía que cuenta las terribles vivencias de Dostoievski en Siberia?
y la respuesta es...
En Recuerdos de la casa de los muertos, el autor relata su vida como prisionero en Siberia a través de la figura de Aleksandr Petróvich, un hombre de clase noble que, una vez cumplida la condena por haber asesinado a su esposa, se queda en Siberia enseñando a leer a los niños
Gracias Fernando Uribarri por tu respuesta, espero sigas investigando!
Saludos del equipo de Cultura en 10!
y la respuesta es...
En Recuerdos de la casa de los muertos, el autor relata su vida como prisionero en Siberia a través de la figura de Aleksandr Petróvich, un hombre de clase noble que, una vez cumplida la condena por haber asesinado a su esposa, se queda en Siberia enseñando a leer a los niños
Gracias Fernando Uribarri por tu respuesta, espero sigas investigando!
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