MARAVILLAS NATURALES
La historia nos dejó numerosas evidencias
hechas por el hombre que alimentan la intriga. Nos preguntamos muchas veces
como hicieron los egipcios para construir tamañas pirámides con una perfección
inmaculada o cuantos chinos trabajaron en su más de 8,000 km. de muralla que se
extiende a lo ancho de su país. En esta oportunidad, nos asombramos del legado
dejado por una antigua población en una pequeña y aislada isla del océano
pacífico: la isla de Pascua y
sus simpáticos y enigmáticos moáis.
Isla de Pascua es una isla de Chile ubicada en la Polinesia,
en medio del océano Pacífico. Tiene una superficie de 163,6 km², lo que la
convierte en la mayor de las islas del Chile insular, y una población de 5,034
habitantes, concentrados principalmente en Hanga Roa, capital y único poblado
existente en la isla.
La isla es uno de los principales destinos turísticos del
país debido a su belleza natural y su misteriosa cultura ancestral de la etnia rapanui,
cuyo más notable vestigio corresponde a enormes estatuas conocidas como moai.
Para preservar dichas características, el gobierno administra a través de Conaf
el Parque Nacional Rapa Nui, mientras que la Unesco declaró este parque como
patrimonio de la humanidad en 1995.5
Según la tradición oral, el pueblo rapanui habría llegado a
esta isla desde una mítica isla llamada Hiva, siendo guiados por Hotu Matu'a,
su primer ariki, o rey, hacia el siglo IV. De acuerdo a las investigaciones
arqueológicas, el origen de esta etnia provendría de la Polinesia, posiblemente
desde las islas Marquesas. Teorías recientes postulan que la isla de Rapa Iti
sería la mítica Hiva de la cual habrían provenido los ancestros de los nativos
de Isla de Pascua, según la mitología pascuense. En el litoral establecían
centros religiosos, políticos y ceremoniales (como en Anakena y Akahanga) y
adoraban a los ancestros casi deificados representados por los moái. Todavía no
se sabe cómo se realizó la construcción y desplazamiento de aquellas
esculturas, de las que existen cerca de un millar.
En 1887, Chile quiere anexionar la isla al territorio
chileno, por lo cual comisiona al capitán de la Armada de Chile Policarpo Toro,
quien por medio de negociaciones realizó la compra de terrenos en la isla a
petición del Obispo de Valparaíso, dueño de 600 hectáreas, junto a los hermanos
Salmon, Dutrou-Bornier y John Brander, de Tahití; esto a pesar de que, según la
tradición, las tierras no se podían vender.
Luego, el 9 de septiembre de 1888, Chile consiguió la firma
de un tratado, representados por Atamu Tekena. Se redactó el documento en
español y otro en rapanui mezclado con tahitiano. El texto en español habla de
cesión de soberanía a Chile, reservando al mismo tiempo, para los jefes que concurrieron
al acuerdo, los títulos de que estaban investidos y que gozaban en ese momento,
sin hacer alusión a la propiedad de la tierra.
Pregunta del día: ¿Cuál es la primera evidencia
documentada de la existencia de los famosos moáis?
Envía tu
respuesta a culturaen10@gmail.com. La mejor
contestación será publicada junto al nombre de su autor en el blog mañana a la
tarde. A investigar!
La respuesta es...
Gracias Pedro por tu respuesta!!
Saludos desde el equipo de Cultura en 10!
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La respuesta es...
El primer
contacto europeo documentado con la isla corresponde al realizado por el
holandés Jakob Roggeveen en 1722. La segunda ocasión en que los europeos
visitaron la isla no ocurriría hasta 1770, cuando una expedición española bajo
el mando de Felipe González de Ahedo arribó a la isla y llevó a cabo el primer
mapa cartográfico de la misma, bautizándola como isla de San Carlos, en honor
al rey Carlos III de España, y tomando posesión de la misma para la Corona de
España. En la documentación elaborada por González de Ahedo, aparecen por
primera vez dibujos de los moáis.
Saludos desde el equipo de Cultura en 10!
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