HISTORIA
Los crímenes, asesinatos, desapariciones son
hechos sumamente lamentables y desafortunadamente repetidos en la historia. Sus
causas son injustificables y sus consecuencias gravísimas durante varias
generaciones. Bajo el hecho consumado, es imperdonable que la raza humana no
reconozca ni replantee sus errores, para no repetirnos nunca más. No negar, no
olvidar.
El genocidio armenio también
llamado "Gran Crimen", fue la deportación forzosa y exterminio de un
número indeterminado de civiles armenios, calculado aproximadamente entre un
millón y medio y dos millones de personas, por el gobierno de los Jóvenes
Turcos en el Imperio otomano, desde 1915 hasta 1923.
Se caracterizó por su
brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las
deportaciones en condiciones extremas, que generalmente llevaba a la muerte a
muchos de los deportados. Otros grupos étnicos también fueron masacrados por el
Imperio otomano durante este período, entre ellos los asirios, los griegos
pónticos y los serbios. Algunos autores consideran que estos actos son parte de
la misma política de exterminio.
Los armenios se
asentaban en un espacio neurálgico para los objetivos panturquistas. Desde
siempre fueron un problema y con el transcurso del tiempo una molestia para los
diversos gobernantes turcos. Según
el informe aportado por la comisión armenia al congreso de Berlín, en 1878, la
cifra de armenios en territorio Otomano era de 3.000.000. No obstante, tras el
Tratado de San Stefano, cuando la "cuestión armenia" empieza a
considerarse como un problema para el Imperio, esa cifra se rebajó a totales
entre 1.160.000 y 1.300.000.
30 años más tarde, el
24 de abril de 1915, autoridades
otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; en
los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600. Posteriormente, una
orden del gobierno central estipuló la deportación de toda la población
armenia, sin posibilidad de cargar los medios para la subsistencia, y su marcha
forzada por cientos de kilómetros, atravesando zonas desérticas, en las que la
mayor parte de los deportados pereció víctima del hambre, la sed y las
privaciones, a la vez que los sobrevivientes eran robados y violados por los
gendarmes que debían protegerlos, a menudo en combinación con bandas de
asesinos y bandoleros.
Aunque la República de
Turquía, sucesora del Imperio otomano, no niega que las masacres de civiles
armenios ocurrieron, no admite que se trató de un genocidio, argumentando que
las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo, sistemático
y premeditado dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las
luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso periodo de
la Primera Guerra Mundial. A pesar de esta tesis, casi todos los estudiosos
—incluso algunos turcos— opinan que los hechos encajan en la definición actual
de genocidio.
Se lo considera por lo
general el primer genocidio moderno; de hecho, es el segundo caso de genocidio
más estudiado, después del Holocausto.
Sabías que… recientemente, una iniciativa ciudadana turca, respaldada por
representantes de la diáspora armenia, ha hecho un llamamiento al Gobierno de
Turquía para que reconozca el genocidio armenio y abandone su actitud
negacionista.
Para quienes quieran
conocer más de la historia del genocidio armenio les dejo un link a una página
muy bien informada:
Pregunta del día: ¿Qué razón económica tenían
cristianos y judíos para tener resentimiento a los armenios durante el imperio
otomano?
Envía tu respuesta a culturaen10@gmail.com. La mejor contestación
será publicada junto al nombre de su autor en el blog mañana a la tarde. A
investigar!!
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por favor apóyenos a través de donaciones o interesándose en nuestros
patrocinadores. Muchas gracias!
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