lunes, 14 de octubre de 2013

Las Cruzadas: una lejana batalla por motivos poco religiosos

HISTORIA

La religión (sea cual sea) es una fuente inagotable de fé y esperanza para el ser humano. Por eso en general, la estudia, la venera y la profesa. Pero también, lamentablemente, muchas veces es una excusa para la realización de actos que nada tiene que ver con los propios valores de la religión. En una inagotable pelea por el poder, la riqueza y el comercio entre Europa y Oriente, una pequeña región del mediterráneo fue testigo de una de las luchas más largas de la historia de la humanidad: Las Cruzadas

Las cruzadas fueron una serie de campañas militares impulsadas por el papado y llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, principalmente, por la Francia de los Capetos y el Sacro Imperio Romano. Las cruzadas, con el objetivo específico inicial de restablecer el control cristiano sobre Tierra Santa, se libraron durante un período de casi doscientos años, entre 1095 y 1291. Más tarde, otras campañas en España y Europa oriental, de las que algunas no vieron su final hasta el siglo XV, recibieron la misma calificación. Las cruzadas fueron sostenidas principalmente contra los musulmanes, aunque también contra los eslavos paganos, judíos, cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles… básicamente contra todos los enemigos políticos de los papas. Los cruzados tomaron votos y se les concedió la penitencia por los pecados del pasado, a menudo llamada indulgencia.
 
El origen de la palabra se remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas iniciativas.

¿Por qué se desarrollan Las Cruzadas? Básicamente, parece que fueron motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las monarquías y las iglesias de Oriente, aunque se declararan con principio y objeto de recuperar Tierra Santa para los peregrinos, de los cuales los turcos selyúcidas, una vez conquistada Jerusalén, abusaban sin piedad, a diferencia de los sarracenos, que trataban a los cristianos con más respeto.

Posiblemente, las motivaciones de quienes participaban en ellas fueron muy diversas, aunque en algunos casos se puede suponer también un verdadero fervor religioso. Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas en cumplimiento de un solemne voto para liberar los Lugares Santos de la dominación musulmana.

El inicio de la primer Cruzada. A fines del año 1000, muchos europeos pensaban que estaba por llegar el "día del juicio final". Temerosos de Dios, verdaderas multitudes de hombres, mujeres y niños respondieron al llamado del papa Urbano II, quien en noviembre de 1095 convocó a los cristianos a liberar Jerusalén. Pero esta primera cruzada, llamada popular, fracasó y la mayoría de sus integrantes fueron masacrados sin poder acercarse a la Tierra Santa.

En 1096 señores francos y normandos forman un poderoso ejército. Sus jefes son Godofredo de Bouillon, duque de Lorena; Roberto, de Flandes; Raimundo, de Tolosa, y Bohemundo, de Sicilia. A esta cruzada se la llamó "señorial". Cuando llegaron a Bizancio, el emperador Alejo Comneno les agradeció su presencia, pero por las dudas les hizo jurar que las tierras conquistadas a los turcos quedarían dentro de su imperio. La campaña fue un éxito y el 15 de julio del 1099 Godofredo conquistó la ciudad.

Una vez en Tierra Santa, implantaron el sistema político-social al que estaban habituados: el feudalismo. Los caballeros se distribuyeron los distintos dominios y crearon nuevos reinos feudales. El más famoso fue el "reino cristiano de Jerusalén". Los comerciantes italianos que habían contribuido con sus naves a la cruzada se vieron recompensados con grandes ventajas comerciales. Pronto el comercio y la ambición de los caballeros fueron reemplazando los fines religiosos iniciales por otros claramente económicos. El notable incremento del comercio alterará la economía mediterránea, a la que se le irán haciendo imprescindibles el azúcar de Siria, las especies, los perfumes y las sedas orientales.

Una de las cruzadas más recordadas fue la tercera, llamada "cruzada de los reyes", de la que participaron el emperador germánico Federico Barbarroja; el rey francés Felipe Augusto y el rey ingles Ricardo Corazón de León (imagen). Fue un importante ejemplo de la unidad religiosa de la Europa de entonces (1189), pero no lograron consolidar el poder europeo en la zona.

Hubo más cruzadas. La quinta (1217) fue encabezada por Andrés II de Hungría y fue derrotada en Egipto. La sexta (1228) fue encabezada por el emperador germánico Federico II, quien logró acordar una tregua de diez años con los musulmanes pero el Papa no aceptó el acuerdo. Las séptima y octava cruzadas (1248-1270) fueron dirigidas por San Luis, rey de Francia, y terminaron con la derrota de las tropas cristianas y la muerte del propio rey santo.

Pregunta del día: ¿Cuáles fueron las principales consecuencias de Las Cruzadas?

y la respuesta es...

Las cruzadas reiniciaron el contacto cultural y comercial entre Oriente y Occidente. Esto colocó en una posición de mucho poder e influencia a las ciudades portuarias y comerciales de Italia, como Génova y Venecia. El poder de la nobleza feudal, fuertemente diezmada en las guerras contra los turcos y debilitada por el auge del comercio, decayó notablemente. La nueva situación fortaleció el poder de los mercaderes y los reyes.

Gracias Pedro Alonso por tu respuesta. Espero sigas investigando!
Saludos del equipo de Cultura en 10!

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